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Capítulo 30: Aterriza como puedas

Después de ver Brokeback Mountain, Piluca decidió que estaba harta de ser la mala y se volvió buena. Se cargó de un par de tiros a la Brishka y a la Piercing (que es el personaje secundario con menos papel de la historia de los blogs-ficción) y se lanzó contra una puerta ¡en busca de la libertad de las maricas de Barcelona! ¡Ni Pedro Zerolo nenaaaaaaaa!

- ¡¡Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah!! –gritaba Piluca, mientras corría hacia la puerta.
- ¡¡¿¿Pero qué paaaaasa??! – berreó la Pepi, histérica perdida.

Piluca corrió y corrió (es que era una sala de reuniones muy grande en un avión muy grande) y ¡por fin! llegó a la puerta.

¡PLAF!

Se pegó tal hostia contra la puerta que rebotó y cayó de bruces al suelo. La Pepi, la Cindy y la Asdru se levantaron de sus sillas y se acercaron a mí, que estaba recogiendo a Piluca.
- ¡Piluca! ¡Piluca! –le decía yo.
- ¿Y mi kimono, tía? –preguntó Piluca, que estaba medio flipada.
- Pero nena –preguntó la Cindy-. ¿Qué pasa?
- Pues nada tía, que Piluca se ha dado cuenta de que ser mala queda muy cool pero ser mala de verdad es una mierda y como le gustan las Shimai…
- Sí tía, es que son lo más –me cortó la Pepi.
- …pues que se ha vuelto buena y nos va a ayudar.
- Ah, qué bien –dijo la Asdru. Me lanzó una mirada extraña, mezcla de decepción y de terror que me hizo darme cuenta de que ya era hora de terminar con aquella tensión sexual.
- Asdru, ven conmigo un momento.
La cogí del hombro y me la llevé a la otra punta de la sala.

- Nena, éste es el último capítulo y no podemos alargarlo más.
- ¿De qué me hablas? – se hizo la tonta.
- De lo que sientes por mí.
- No siento nada por ti.
- Vale, es cierto que la historia se ha descontrolado un poco y a estas alturas ya nadie se acuerda de lo que pasó hace 20 capítulos pero yo SÍ. Y recuerdo perfectamente que me gritaste que estabas enamorada de mí.
- Ah… ya…
- Además desde que me tiré a Héctor estás que no dices ni mú.
- Es que no tengo nada que decir.
- Y ahora que Piluca se vuelve buena me miras con esa cara como si te temieras que al salir por esa puerta nos fuéramos a fundir en un beso y a follar como perras en la cola del avión.
- Es que…
- Es que nada. Tía, eres guapo. Joder, parezco la loca de Ana Botella. Pero entre tú y yo no puede haber nada.
- ¿¡Por qué?!
- ¡Porque ya pasan bastantes cosas en mi vida como para liar más a la gente! ¿Te importa si te dejo en standby un rato… no sé… hasta la cuarta o la quinta temporada (si llegamos, porque a este paso habremos muerto de viejas antes de que termine el Epílogo) y entonces ya vemos lo que pasa?
- No sé… es que yo lo que siento es algo muy profundo…
- Pues ya está nena. En la cuarta temporada nos vamos a rescatar al Titanic y me lo cuentas. Ahora vamos a parar este puto avión de una vez por todas.

Y dicho esto, zanjamos el primer cabo suelto de esta historia. ¡Que esto no es Perdidos nenas!

Las dos volvimos con el grupo. La Cindy y la Pepi no paraban de darle abrazos a Piluca, que se las miraba con una cara de asco que pa’ qué.
- ¿Qué, nena? –le dije a Piluca-. ¿Recuperada?
- Joder tía, que me he emocionado tanto con lo de salvar a las Shimai que no me he acordado que estas puertas se abren para adentro.
- ¡Romerales! –gritó la Pepi.
- Hala tía, yo siempre quise ser como Concha Cuetos –dijo la Cindy.
- Dejaros de tonterías –les dije-. Aprecio este momento revival pero NO TIENE CABIDA en un final de temporada. Ahora vamos a abrir esa puerta y vamos a liarnos a hostias con todas las maricas que se nos pongan por delante. Luego vamos a meterles a las Alemanas Lesbianas unos cuantos frankfurts y bratwursts y cosas de esas por las fosas nasales hasta que se les quiten las ganas de hacer la tijera y luego matamos a disgustos a la PUTA MURCIANA DE LOS COJONES que empezó todo esto.

Miré a cámara:
- ¿LO HAN ENTENDIDO?

Y todos dijeron que sí.

Todas nos pusimos en nuestra pose Faster Kill Pussycat!!, la Pepi se puso delante de todas y berreó:
- ¡¡¡PARA ADENTRO ROMERALEEEEEEEEEEEEEEEEEEES!!!

Y pegó un tirón a las puertas que se abrieron de par en par.

Y tras ellas no había nadie. Seguimos todas unidas con nuestra pose Faster Kill Pussycat y avanzamos poco a poco por el pasillo del avión.

- Joder tía… ¿qué hacían los Ángeles de Charlie cuando les pasaba algo así? –preguntó la Cindy.
- Nada. A los Ángeles nunca les pasaba esto –dijo Piluca.
- Bueno, a veces caían en emboscadas ¿eh? –dije yo.
- Nena, esto es un avión, no una selva colombiana, pocas emboscadas nos van a montar aquí.
- Te prefería cuando eras mala.
- ¿Y eso? –preguntó la Asdru.
- Porque podría partirle la cara y no sentirme culpable.
- Shhhhhhhh!!!!!! –Ssssshhhhhhtó Piluca.
- ¿Qué pasa? –preguntó la Pepi, mientras avanzábamos por el pasillo.
- He oído algo.
- ¿El qué? ¿Un comando de élite retozando tras los arbustos? –pregunté.
- ¡Anda mira! ¡Desde aquí se ve Terra Mítica! –gritó la Cindy.
- ¡Nena! ¡Vuelve a la formación que sino no damos miedo –le dijo la Pepi.
- No daríamos miedo ni que fuéramos vestidas como las Baccara ¡esto es un fraude de final de temporada! ¡NO PASA NADA! –grité yo, y me salí de la formación.
- ¡Hidro! ¡Vuelve a poner la pose de la Hidra Asesina! –me gritó Piluca.
- ¡Qué Hidra Asesina ni qué coño en vinagre! ¡AQUÍ NO PASA NADA! JAJAJAJAJAJJAJAJAJAJA ¡¡¡ESTE FINAL ES UNA MIERDA!!!
- ¿Qué le pasa? Está como drogada –preguntó la Pepi.
- ¡NADA! ¡ESO ES LO QUE ME PASA! ¡NO ME PASA NADA! JAJAJAJAJAJA
- Oh Dios mío –dijo la Asdru.
- Pues qué quieres que te diga, si fuera Zaplana preferiría ir a la cárcel por hacer algo como Port Aventura y no la mierda esta de desierto con tornillos –dijo la Cindy.
- Es el Mega-Gas – dijo Piluca.
- Sí –corroboró la Asdru-. Estamos respirando Mega-Gas.
- ¡¿Y ahora qué hacemos?! –gritó la Pepi.
- Nada. Tranquilas –dijo Piluca-. Tomad esto.
- ¡NAAAADA! ¡YO YA NO SIENTO NAAAAAAADAAAAAA! ¡Y NO ME DIGAS QUE TE DA IGUAAAAAAAL! –cantaba yo.
- Qué jeby, está cantando Fangoria –dijo la Pepi.
- Qué poca clase –dijo Piluca, mientras metía su mano en el bolsillo y sacaba una especie de pitillera muy fashion.
- Hala tía… qué pitillera más bonita… ¿Dónde la has comprado? –le pregunté.
- ¿Y qué más te da, petarda, si tú no fumas? –dijo la Cindy.
- Va, beberos esto, coño.
- ¿Y qué es esto?
- Una vacuna contra el Mega-Gas. La M&M lo desarrolló para casos de emergencia.
- ¿Salidas de emergencia? ¡Hay dos delante Y DOS DETRÁS! JAJAJAJAJAJA – y Piluca me arreó una hostia… que ya no me hizo falta vacuna ni nada. Todos los efectos absurdos que el mega-gas tenía en mí desaparecieron por arte de magia.
- Los golpes bruscos también sirven –dijo.
- Ya me he dado cuenta. Japuta, me han saltado tres empastes –le respondí.

Las otras se tomaron sus bebidas y yo, también. Porque es cierto que el hostión de Piluca me había quitado la tontería, pero si todo el mundo bebe no me voy a quedar yo seca. Volvimos a nuestra pose Faster Kill Pussycat y seguimos avanzando hacia la proa del avión. Subimos una escaleras que, presumiblemente, llevaban a la cabina del piloto…
Así que alguien estaba soltando Mega-Gas a través de los conductos de ventilación del avión…

- ¿Por qué? –pregunté.
- ¿Por qué qué? –preguntó Piluca.
- ¿Por qué están soltando el Mega-Gas?
- No lo sé… Esto no era parte del plan…
- ¿Y dónde está todo el mundo? – preguntó la Asdru.
- Pues tampoco lo sé… - respondió Piluca.
- Oye tía –le dijo la Pepi-. Si no tienes ni idea de nada no sé de qué nos sirve que te hayas vuelto buena al final del relato.
- Calla petarda –le corté-. Que intuyo que Piluca será una parte fundamental en la segunda temporada.
- ¿Habrá segunda temporada? –preguntó la Cindy.
- Si salimos de aquí con vida… sí –respondí.

Todo fundió a negro. Sonó una musiquita de tensión…


FIN.





Es broma.

Finalmente, llegamos a la cabina del piloto. Piluca se adelantó y pegó el oído a la puerta.
- No oigo nada –nos comunicó.
Cogió el pomo y empezó a hacerlo girar. La puerta comenzó a abrirse… Y todas nos quedamos de piedra al comprobar que ¡no había piloto!

- ¡Han puesto el piloto automático! –gritó Piluca.
- ¡Pues yo no veo el muñeco! –dijo la Pepi.
- ¿Qué muñeco? –le pregunté.
- El piloto automático tía, el que sale en Aterriza como Puedas –respondió.
- Anda petarda, vete con estas dos –le dije, señalando a la Cindy y a la Asdru- a registrar el avión porque me parece que estamos aquí más solas que Raquel Mosquera en la sala de partos.

Las tres locas salieron de la cabina. Piluca se sentó en el asiento del piloto y empezó a revisar los indicadores.
- Parece que todo está bien.
- Eso también te lo podría decir yo –le dije.
- ¿Tú sabes pilotar?
- No. ¿Y tú?
- Tampoco.
- Pues deja de hacerte la Antoñita la Fantástica y dime cómo coño salimos de ésta.
- Espera, primero hay que comprobar si llevamos el misil…

¡Era verdad! ¿Y si nos habían engañado y el misil estaba siendo transportado por un tren que haría explosión en plena estación de Sants?

- Sí. Lo llevamos… -dijo Piluca, que había estado tecleando en un ordenador-. Qué extraño… no entiendo nada…

De repente la pantalla del ordenador parpadeó y en pantalla apareció la Murciana Mala, rodeada por las Frankfurt.

- Querido Lucas –empezó a decir la grabación-. A estas alturas debes haberte dado cuenta de que estás solo en el avión. Espero que ya hayas matado a todos los demás.
- Será puta la loca esta –dije yo.
- No quise contarte nuestro verdadero plan por que no quería que corriera ningún riesgo. Siempre has sido mi alumno más aventajado…
- ¿En qué nena? –le pregunté-. ¿En genuflexión pre-felación?
- Calla maricón –me dijo Piluca.
- …temía que al reencontrarte con tus antiguos… amigos… pudieras sentir la necesidad de salvar sus vidas. Pero sabes que La Organización tiene un objetivo noble que se ha de conseguir a cualquier precio. Acabaremos con la discriminación entre los homosexuales del mundo y crearemos una sociedad en la que ningún maricón mire a otro con mala cara.
- Voy a llorar –dije.
- Ah, espero que ya hayas acabado con tus dos amigas. Tal y como acordamos anoche en mis aposentos…
- ¡¡QUÉ ASCO NENAAAAA!! –grité.
- ¡Calla coño! –me gritó Piluca.
- …deshacerte de ellos. Son un estorbo y no tienen cabida en el Nuevo Mundo.
- PUAJS. Te has acostado con la M&M.
- ¡Me tenía comido el cerebro!
- ¡Y otras cosas, por lo que veo! –escupí.
- Y te preguntarás por qué no hay nadie en el avión. Hice saltar a toda la tripulación al poco de despegar. Hay un detalle que no te comenté. Al hacer las simulaciones por ordenador descubrimos que el Mega-Gas concentrado en el misil no tenía una proyección suficiente para expandirse por toda Barcelona: necesitaba un recipiente aún más grande. Por eso todo el avión está plagado de Mega-Gas y hará explosión en cuanto llegue a Barcelona. Cuando pasemos por Valencia comenzará a llenarse el casco.
- ¿Pasemos por Valencia? ¡¡La tía loca está en el avión!! –exclamé.
- Respecto al misil… finalmente hemos decidido llenarlo de explosivos. Gracias a los contactos que realizamos con los propietarios de los locales de ambiente de la ciudad hemos conseguido organizar un evento que ha congregado a unos cuantos sujetos en el desierto de Los Monegros. Esos elementos, al igual que tus amigas, no tienen cabida en el Nuevo Mundo. Así que el misil está programado para hacer impacto en el escenario en el momento en que Karina haga aparición.

- ¡KARINA! ¡KE JEBY! –gritó la Dolly. Ella y la Gigi habían sido invitadas por una antigua enemiga suya al Maricones en los Monegros: Festival Gay Independiente y Liberal (MMFGIL). Acababan de ver el nombre de Karina en el cartel de entrada.
- Dolly, tía –dijo la Gigi-. No me puedo creer que hayamos venido hasta el desierto para ver a Karina.

- ¡HUAAAAALA NENA! –grité yo, en la cabina del avión-. ¡¡¡El avión va a explotar!!!
- ¡Y VAN A MORIR UN MONTÓN DE MARICAS INOCENTES! – gritó Piluca.
- ¡INOCENTES Y FEAS! ¡POR ESO ESTÁN AHÍ! –grité yo.

- Dolly tía –dijo la Gigi de repente-. Me pita el oído, alguien me está criticando.
- Será por esa camisa que te has puesto nena, que pareces un árbol de navidad. ¡No tienes clase para vestir en el desierto!

- ¡Nena! –volví a gritar yo para captar la atención del lector-. ¡No me da tiempo a contar todo lo que tiene que pasar en este mismo capítulo! ¡Y se supone que ha de ser el último!

Piluca se levantó, me cogió de los hombres y me dijo, muy solemne ella:
- Hidro. A veces la vida te da sorpresas como ésta. Y aunque tuvieras un planning y hubieras dicho que éste era el final de la temporada… vas a tener que engañar a tus lectoras y hacer ¡un capítulo más! ¡EL ÚLTIMO CAPÍTULO DE VERDAD DE LA BUENA!
- ¡Me siento como un guionista de Ana y Los Siete! –grité, desconsolada.

De repente, algo chisporroteó. De un altavoz surgió la voz de la Pepi:

- ¿Hidro? ¿Hidro, me oyes?

Yo me lancé hacia el comunicador y apreté el botón:
- ¡Pepi! ¡PEEEEPI TÍA! ¡¡Que no se acaba!! ¡¡¡Que hay otro capítulo más!!!
- Ya lo sé tía, me acabo de enterar.
- ¿Y cómo coño lo sabes?
- Pues porque hemos llegado a la bodega del avión y nos acaba de secuestrar la M&M. Que dice que a ver si podéis bajar que quiere hablar con Piluca antes de matarnos a todas. Nos está apuntando con un pistolón tía… que parece un brazo de gitano.

- Piluca ¿ahora qué hacemos?
- Tú y yo nos vamos a rescatar a esas locas, a saltar del avión y a parar el misil.
- ¿Y qué le digo a mis fans cuando me pongan a parir por no acabar la temporada?
- Tranquila. Si realmente son fans… lo entenderán.

¿Quién soy?

  • Soy Hidroboy
  • Desde Barcelona, Barcelona, Spain
  • Diva estresada que casi casi no puede con su vida que vive en Barcelona y de vez en cuando se va de parranda a Huesca a comerse una buena longaniza de Graus. No fumo y no me drogo, pero bebo más que Sue Ellen en sus años mozos. Y además la ch*** que da gusto.
Yo!!

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