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Capítulo 31: Víboras en vuelo

¡SORPRESA! Todos creíamos que la historia iba a acabar en el capítulo 30 pero… ¡NO! En un giro inesperado de los acontecimientos descubrimos que la M&M tenía un plan secreto que ha alargado nuestra agonía. El avión iba a explotar, el misil iba a acabar con las Maricas en los Monegros y la M&M tenía secuestradas a las tres Marías en la bodega del avión. ¡¿Dónde está Brian Synger cuando se le necesita?!

- Pues no está tan mal esto, tía –dijo la Gigi, después de coger un cubata de garrafón de uno de los puestos del Monegro’s Queer Festival (Sí, es que tenía muchos nombres).
- Pero hace mucho calor tía. ¡Anda mira! Esos de ahí son los del canal de #Queerasfolk del IRC. Qué monos ellos con sus camisetas todas iguales. –respondió la Dolly.

- ¡Van a morir todos! ¡Eso no formaba parte del plan! –me gritaba Piluca, mientras corríamos como locas por todo el avión-. ¡Sólo teníamos que convertirlas en mejores maricas!
- ¿Y quién eres tú para decidir quién es una buena marica y quién no? –le pregunté.
- No me vengas con correciones políticas Hidro, que te conozco. Que tú eres la primera que con el rollo Cool miras tanto a la gente por encima del hombro que se te ha quedado el cuello así torcido y todo.
- Pues también es verdad.
Seguimos corriendo como dos posesas arriba y abajo ¡y no encontrábamos la puta entrada a la bodega!
- ¡Tía, piensa! –dijo Piluca. Y luego le entró la risa. Le solté un sopapo, por lista.
- A ver, piensa en la peli de la Jodie Foster.
- ¿Qué peli? –preguntó.
- La de la niña que desaparece y luego no la encuentra y la tía se monta una paranoia.
- No me suena.
- Sí tía… Jodie Foster, Peter Saarsgard, Marisa Paredes… ¡y Sean Bean! ¿Qué pasa? ¿Qué en Murcia no tenían cines o qué?
- Bueno, hay uno, pero aún están repitiendo Star Wars.
- ¡Así les va! ¡Sígueme!

Recordando todas las películas de aviones que había visto (menos Turbulence, que sólo me faltaba un psicópata persiguiéndome; ni Snakes on a Plane, que aún no la hemos visto pero tampoco necesitábamos víboras en el vuelo) desglosé mentalmente la estructura de un avión y acabé dándome cuenta de que no tenía ni puta idea de dónde estaba la entrada a la bodega.
- Joder tía –dije yo-. No debe ser tan complicado si esas tres locas la han encontrado.

De repente, una voz surgió de los altavoces que había por todo el avión.

- Queridas, soy yo.
- ¡Es Marta Sánchez! –gritó la Pepi, de fondo. Y a las otras dos les entró la risa.
- ¡Callaros, coñññññño! – gritó la M&M-. Supongo que si aún no estáis aquí es porque no habéis encontrado la entrada a la bodega. Como tenemos algo de prisa, os diré la forma más rápida de llegar porque me van a dar las uvas y me gustaría mataros antes de que explote el avión y nos vayamos todas ¡¡A TOMAR POR CULO!!
- Tampoco es para ponerse así –dije yo.
- Así que, si no os importa, id directas al final del pasillo y cruzad la puerta que hay en mitad de la pared, que está pintada igual que la misma ¡PORQUE ES UNA PUTA PUERTA OCULTA, HOSTIAS!

Y cortó la comunicación.
- Sigo pensando que tampoco es para ponerse así.

Piluca y yo salimos corriendo hacia la puerta oculta.
- Además, esto le pasa por gastarse la pasta en gilipolleces como ocultar una puerta ¡cuando podría estar apadrinando niños de esos del anuncio que ponen cuando te estás comiendo el Petit Suisse!

Al abrir la puerta oculta encontramos una escalera metálica. La bajamos todo lo deprisa que pudimos hasta que Piluca se tropezó y cayó encima de mí y entonces la bajamos ¡aún más deprisa!
Una vez incrustadas en el suelo, nos levantamos y descubrimos que habíamos llegado a la bodega. Estábamos en el culo del avión, el sitio este que luego se abre una compuerta gigante y empiezan a caer paracaidistas, coches, helicópteros o lo que sea que el productor esté dispuesto a pagar.
En este caso al productor sólo le llega para poner un misil y un montón de maricas.

- Ya era hora, coño –dijo la M&M.
- No tengas tanta prisa bonita –le dije yo-. Que para lo poco que te queda en este mundo…
- ¿Me estás amenazando?
- No. Te estoy cantando una saeta. ¿A ti qué te parece, so lerda?
- Hidro tía –dijo la Pepi-. No la pongas nerviosa ahora que no sé si te has fijado en el PISTOLÓN que tengo apuntándome a la cabeza.

Y era verdad, a la Pepi le había salido una protuberancia en forma de cañón de recortada que terminaba en forma de gatillo justo en el dedo de la Murciana Mala.

- ¿Queréis decir vuestras últimas palabras antes de que…
- ¡SEÑORRRRRRRRRR! –gritó una mujer. Yo pensé que había sido la Pepi o la Cindy, pero resultó que no. De detrás del misil surgieron las Frankfurt-. ¡¡El Grrrran Misssssil ha comenssado la cuenta atrrras!!
- ¡¡Pero bueno!! –gritó Piluca-. ¿Qué hacen estas dos bolleras aquí?

Le echó tal mirada de furia a la M&M que yo creo que le llegaron las ondas gamma y todo al cuerpo porque la tía dio así como un respingo para atrás que a mí hasta me dio cosa, fíjate.

- Tranquilo Lucas… te lo puedo explicar…
- ¡Más te vale, puto Critter de los cojones! Osea, que a mí no me puedes explicar el verdadero plan y a estas dos camioneras sí ¿no?
- Es que… no es todo tan fácil como piensas… en realidad ellas ¡también iban a morir!
- ¿QUÉÉÉÉÉÉÉ? –gritaron las dos lesbianas al unísono bávaro. Pero la M&M estaba tan preocupada por la ira que surgía de Piluca que no les prestó atención. De hecho hasta yo me preocupé por la ira que emanaba ¡y es que me acordé de la loca del final de X-Men 3 y casi me da un pasmo!
- Lucas… sabes que te quiero… Nadie me ha hecho sentir tanto placer como tú…
- ¡PUAAAAAAAAAJS! –gritaron la Cindy, la Pepi y la Asdru a la vez.
- Sí nenas, Piluca ha perdido todo el glamour que tenía. Tanto lifting y tanta hostia para acostarse con Gizmo –dije yo. Aproveché para meterme con Piluca ahora que no me prestaba atención.

¡PLAFF!

Vaya, pues sí que prestaba atención, menuda hostia me soltó la cabrona.

- Yo confie en ti –comenzó a decir Piluca-. Creí en tu mensaje y en tu misión. Pensé que estábamos creando algo juntos.
- ¡Pero me has traicionado! –exclamó la M&M.
- Sí coño, pero fue hace 2 capítulos. ¡Me he tirado 28 capítulos (y lo que no está escrito) haciendo todo lo que me pedías! ¡Y así es cómo me lo pagas! ¡Salvando a las Frankfurt!
- ¿Porrrqué nos llamasss Frankfurrrt? ¡Nosotras somos de Schwëpfrinhagen! –dijeron las dos al unísono.
- ¿Estas dos siempre hablan así, juntas? –le pregunté a Piluca-. Por Dior, qué dolor de cabeza sólo de imaginar que las aguantaste tanto tiempo viviendo en el mismo piso.
- ¡Tú ser maricón de mierrrrda! –me insultaron.
- Sí –dije yo-. Soy un maricón de mierda. Todos los que estamos aquí somos unos maricones de mierda. La cuestión es ¿quién seguirá siendo un maricón de mierda cuando ¡¡ACABE EL CAPÍTULO!!?

Y dicho esto hice un movimiento de karate Jamematen que Piluca se quedó con los ojos que le hacían chirivitas, de una patada voladora y giradora a lo Chuck Norris le arranqué a la M&M la escopeta de entre las manos.
Las Frankurt se lanzaron hacia nosotros pero la Cindy y la Pepi (que se habían desatado mientras Piluca hacía tiempo discutiendo con la otra) se interpusieron en su camino y empezaron una lucha despiadada por sus vidas.
Yo comencé a pelear mano a mano con la M&M. Esquivé puñetazos, patadas y escupitajos; pero no conseguía darle ni un solo golpe. La tía puta era tan pequeña que no había manera de acertar.
La Asdru se lanzó hacia el misil y se enganchó al panel de control. Había una pantalla con números de color rojo que iban descendiendo ¡una cuenta atrás!
- ¡Es una cuenta atrás! –gritó la Asdru.
- ¡Ya lo ha dicho el narrador, neeenaaaa! –grité yo, y por despistarme me llevé una hostia en toda la jeta.

La Pepi y la Cindy luchaban como perras contra las Lesbianas Alemanas. Como esas eran bávaras y eran tamaño XXL pues no tuvieron problema para arrearles unas buenas hostias. De repente una bávara agarró a la Pepi de la cresta:
- ¡Aaaaaaaaaarrrgggh! ¡QUÍTAMELOOOOO! ¡QUÍTAMELOOOO! –gritaba desconsolada a lo Yola Berrocal.
- Wait a momeeeeeeeent –screamed the Cindy.
Se lanzó como una loca contra las dos Lesbianas Alemanas, saltó en el aire empezó a dar vueltas y consiguió incrustar sus dos piernas en los ovarios de las Frankfurt, una salió disparada contra la pared del avión y la otra se dio un golpe en la cabeza contra el misil.
- Fuck you, truckers!
- Cindy tía ¿qué te pasa? ¿Por qué hablas en inglés? –preguntó la Pepi, mientras se levantaba.
- ¿Qué dices tía? Estaba hablando castellano. He dicho: “Joderos, camioneras”
- Si tú lo dices…

Yo seguía peleando como loca contra la M&M, pero la puta enana debía inyectarse todos los esteroides del mundo porque no había manera de tumbarla. Poco a poco me fue acorralando contra la escalera. ¡Yo no quería subirla! ¡Subir escaleras no tiene glamour!
- Vas a morir ¡subiendo una escalera putaaaaaaa! –me gritó la M&M.
- ¡NO! –gritó Piluca.
Inesperadamente junto a la sien de la M&M apareció la misma protuberancia que minutos antes tenía la Pepi en su cabeza. Ahora era Piluca la que encañonaba a la M&M.
- Aquí la única que va a morir eres tú.
- No puedes hacerlo Lucas. ¡Sabes tan bien como yo que la Operación ha de llevarse a cabo!
- ¡La única operación que se va a llevar a cabo aquí es tu lobotomía, perra! –gritó Piluca.

Pero justo en el momento en que Piluca iba a apretar el gatillo todos oímos ¡UNA EXPLOSIÓN!
Uno de los motores del avión estalló en mil pedazos y el aparato se ladeó hacia la derecha. Piluca perdió el equilibro y el disparo cruzó la bodega e impactó en una caja metálica que se abrió y dejó caer un montón de botes de cristal que estaban conectados a unos tubos que iban al conducto de ventilación ¡eran botes de Mega-Gas!
¡Y no sé por qué coño me emocioné tanto al verlos!

La M&M aprovechó el desequilibrio de Piluca para darle una patada en el estómago y apartarla. Metió la mano en el bolsillo de su cazadora y sacó una especie de cuchilla afilada, la levantó y se lanzo contra Piluca.

- ¡NOOOOOOOOOO! –grité yo y pegué un salto impulsándome en los escalones que salí volando, agarré a la M&M por la cintura que se llevó tal golpe que soltó la cuchilla. Caímos al suelo, yo encima suyo. La estiré bien, le pegué un par de puñetazos en la cara y me puse a horcajadas sobre ella.
- ¡Suéltame! ¡Suéltameeeee! –gritaba, como una perra.
- Estoy… hasta… los… COJONEEEEEEEES… de ti –le grité en toda la cara.
- ¿Y qué vas a hacer? ¿Vas a matarme? ¡No tienes huevos, BUJARRÓN!

¡¡¡¡¡BUJARRÓN!!!!!
¡¡¡Me llamó Bujarrón!!!

Acerqué mi cara a la suya hasta tal punto que casi le saco un ojo con las pestañas.

- Mira, hija de la gran puta, te voy a inyectar tanto Mega-Gas en vena que te vas a volver tan yonki que vas a acabar recogiendo más basura que Boy George después de comerse a Whitney Houston ¡¡¡ZORRAAAAAAAA!!!

Y dicho esto alargué el brazo, cogí uno de los botes de cristal que pululaban por el suelo y se lo incrusté a la M&M en la boca. El líquido empezó a entrarle por todos los agujeros de su cara hasta que quedó toda empapada como Paris Hilton en el video porno. Su respiración empezó a entrecortarse y tosió y se retorció entre mis piernas (como tantos otros antes…) hasta que cerró los ojos y se quedó muetta, tirada en el suelo.

- ¡Hidro! –gritó Piluca detrás de mí.
- ¡¡Ole la Hidro y la madre que la parió!! –gritó la Pepi-. ¡Qué reina que es y qué guapa!
- ¡¡¡Olé!!! –gritó la Cindy.
- Ole –dijo la Asdru, desde detrás del misil, que no sé qué coño hacía aún ahí.
- ¡Y reina, y guapa! –siguió gritando la Pepi.

Yo me levanté y miré a mi alrededor. La M&M estaba muerta a mis pies y las Frankfurt estaban inconscientes por ahí tiradas como las perras que eran. Piluca me miraba desde un lado de la bodega y junto a ella la Cindy y la Pepi saltaban y aplaudían como dos locas.

- ¡Y reinaaa, y reinaaaa, y reina reina reinaaa! ¡Y guapa, y guapa, y guapa guapa guapaaa! ¡Viva la Hidro y viva su blog! ¡VIVAAAAAA!
- Vale nenas, dejadlo ya.
- ¡VIVAAAAAAA! ¡¡¡¡¡AAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHH!!!! ¡¡¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHH!!!
- ¡Que lo dejéis ya coño!
- ¡¡¡¡AAAAAAAAAAH!!!! –gritó también Piluca.
- ¡Tía! ¿Tú también estás enganchada al Youtube?
- ¡Que no mariconaaaa! ¡¡Detrás tuyoooooo!!

Me giré poco a poco y vi que la puerta trasera del avión se empezaba a abrir y dejaba ver el cielo y las nubes y las compresas y toooodoo el espacio que había entre el avión y el suelo.
También pude ver (¡no sé cómo no me fijé antes!) que tenía mirándome cara a cara a la M&M, que no sólo no había muerto sino que además había crecido. También tenía la cara roja y los ojos inyectados en sangre.

- No lo entiendes, maricón –me dijo.
- Pues no, la verdad, no lo entiendo –respondí, educadamente.
- Todas las versiones del mega-gas han pasado por mí. ¡Soy inmune! ¡Lo único que has conseguido es modificar mi ADN y convertirme en un ser ¡aún más grande! ¡¡¡SOY INMUNEEEEEE!
- ¡Pues inmunízate a esto! –gritó Piluca, que apareció a mi lado, le plantó la recortada en la cabeza y apretó el gatillo.

Yo oí: ¡PLAM! Y noté un montón de cosas que me caían encima. Presumí que eran los sesos de la M&M.
Me pasé la manga por la cara y pude limpiarme los ojos para ver cómo el cuerpo (sin cabeza) de la M&M se desplomaba y caía rodando por la rampa de lanzamiento, que ahora estaba abierta del todo, y salía volando del avión.

- ¡OLE PILUCA Y LA MADRE QUE LA PARIOOOOO! –gritó la Pepi.
- ¡Oleeeeee! –gritó la Cindy.
- ¡NO EMPECÉIS NENAAAAAAS! –grité yo y les corté el rollo.
- ¡¿Alguien puede echarme una mano?! –gritó la Asdru, que nos la habíamos olvidado.
Todas corrimos a donde estaba, allí detrás del misil (por si vosotras también os habíais olvidado de ella) y la rodeamos.
- ¿Qué? –le preguntó Piluca.
- ¡No sé tía! Yo estoy aquí haciéndome la científica inteligente ¡y no tengo ni puta idea de parar un misil! –gritó ella, desquiciada.
- ¡Pues no lo pares! –grité yo.
- ¡Sí hombre! ¡Y nos cargamos a las maricas feas!
- Pues sí. ¡No serán tantas!

- Más de quincemil personas se han reunido hoy en el desierto de los Monegros para celebrar el Maricas en los Monegros, el primer festival gay desértico –decía Matías Prats, en las noticias de Antena 3.

- Pues qué quieres que te diga, si han ido la mitad de mis ex seguro que está lleno hasta arriba –dijo la Pepi.
- Está bien, detengamos el misil –dije yo. Y me lancé corriendo a coger a una de las Lesbianas Alemanas, la que estaba menos perjudicada. Le arreé dos hostias para que abriera los ojos.
- ¡Tú! ¡Bollera! –le grité-. ¡Despierta, coño!
La Lesbiana Alemana me miró con el ceño fruncido.
- ¿Qué quererrrrrr?
- ¿Cómo coño se para el misil?
- ¡El Misssssil no puede pararrrr! Estar programado para explotar en coordenadas exactas ¡igual que afión!
- ¡Tiene que haber un modo de detenerlo! –gritó Piluca.
- HUALA NENA, qué de peli de catástrofes te ha sonado eso –le dijo la Pepi.
- Mira, bávara –le dije a la Alemana-. O me dices ahora mismo cómo se para el puñetero misil o te juro por lo que más quieras que…
- No me da miedo moriiiirrrrrr. Estoy prreparrada para ofresser mi vida por el Objetivo Final.
- ¡Aaaaarrrggggh! ¡Déjate de monsergas, Tom Cruise! ¡O me cuentas ahora mismo cómo se desconecta el misil o te meto el misil, el avión, la tercera pista del Prat y el personal de tierra por el coño!
- ¡Están de huelgaaaaaaa! –gritó la lesbiana.
- ¡Que me lo digaaaaaaaaaaaaaaaaas! –grité yo, tan fuerte que hasta me dolió la cabeza.
- No poder pararr misil –dijo la otra lesbiana, que se estaba despertando-. Pero poder cambiar coordenadas.
- ¿Qué dice esta ahora? –preguntó la cindy.
- Si tu poner fuente de calor cerca de núcleo, procesador calentarse mucho.
- ¿Y eso?
- Dentro de misil haber una Playstation Tres, que se calienta mucho y produse fallos.
- ¡Ya decía yo! ¡Si es que hay que comprarse una Xbox 360!
(MOMENTO PUBLICITARIO PATROCINADO POR MICROSOFT)

- ¿Y de dónde sacamos una fuente de calor que engañe al procesador del misil?
- ¡Oh, Inga! –gritó la Lesbiana que estaba en el suelo-. Ponerme tanto verte traisionar tus valorres.
- ¿Pero qué coño es esto? –dijo Piluca.
- Sentirlo mucho, Ilsa, pero yo ser buena persona.
- Lo sé, Inga. Por eso te amo tanto.
- ¡Yo también te amo, Ilsa! ¡Qué calor siento entre tus brazos!

Yo miré a todas las demás con la ceja levantada, y todas entendieron lo que quería decir. Las dos lesbianas corrieron la una hacia la otra y se fundieron en un abrazo.
Y así se quedaron, porque las aprisionamos entre los 5 Jackson’s Good Five, las atamos al misil tal cual estaban abrazadas y las vimos salir disparadas por el culo del avión.

- ¡Rezad para que se pongan cachondas! –grité yo.
- Tranquila –dijo Piluca-. Las Alemanas son muy fogosas.
- ¿Y tú cómo lo sabes? –preguntó la Pepi y Piluca miró hacia otro lado.
- ¡Vamos a parar este avión! –gritó.
- ¡No me jodas que también te acostaste con ellas! –le grité.
- ¡Tenemos que parar el avión! –volvió a decir.
- ¡QUÉ AAAAAAAAAAAAASCO!

El misil lesbiano surcaba los vientos a toda velocidad mientras Ilsa e Inga se lanzaban apasionados besos la una a la otra. En el interior del misil el chip Cell empezaba a sobrecalentarse por culpa del calor humano que desprendían las bávaras hasta que de repente un circuito se incendió y ¡Pumba! Todo el cohete estalló en mil pedazos.
- ¡Mira Dolly, tía! –gritó la Gigi-. ¡Fuegos artifaciales!
- ¡Artificiales nena! ¡Artificiales! ¡Facial es el lifting que se ha hecho Karina! ¡ORDINARIAAAAAAA!

Mientras tanto, a 10.000 (¡o más!) metros de altura, las 5 maricas corríamos como poseas hacia la cabina del piloto. Una vez en ella, nos miramos unas a otras.

- ¿Y ahora qué hacemos? –preguntó la Pepi.
- ¡Intentaré cambiar el rumbo! –gritó Piluca.
- How? –preguntó la Cindy.
- ¡Ya estás hablando otra vez en inglés! –gritó la Pepi.
- ¡Dejadme pensar! –gritó Piluca.
- ¡No estaba hablando en inglés! –dijo la Cindy.
- ¡Va nenaaaas! ¡Concentráos! ¡Tenemos que encontrar la manera de parar esta avión! –grité yo.
- Hidro… -dijo la Asdru.
- ¡No nena! ¡Ahora no!
- Hidro… -dijo la Pepi.
- ¡Que os concentréis coño! ¡Que tenemos que encontrar la manera de parar este bicho!
- ¡Es que ya está parado! –gritó la Asdru.
Miré por la ventanilla. Las nubes estaban quietas, y el suelo que se veía estaba allí… al o lejos… inmóvil…
- ¿Pero qué…? –pregunté.
- Nena ¡Piluca! –dijo la Cindy.

Las cuatro rodeamos a Piluca. Estaba sentada en el asiento del Piloto, con los ojos cerrados. Su pelo se movía en unas suaves ondas y de toda ella emanaba una especie de fulgor que parecía que se había caído en una cuba de Herbal Essences.
- Hidro… -oí que decía. Pero no movía los labios-. ¿Me oyes?
- Sí nena… te oigo…
- Ahora os sacaré de aquí…
- ¿Quién coño habla tía? –preguntó la Pepi-. ¿Doña Rogelia?
- Callad coño –volvió a decir la voz de Piluca-. No sé cómo lo estoy haciendo pero mi mente está controlando todo lo que ocurre.
- ¿Qué te has fumado nena? –le dije yo a la voz.
- Nada coño. No sé qué coño pasa pero puedo hacerlo. Confiad en mí.

Una luz blanca empezó a emanar del cuerpo de Piluca. Yo puse mi cara de “¡He visto a la virgen!” (que también es mi cara de “¡No puede caber aquí!”) y noté como el calor entraba por todos los poros de mi cuerpo.
Una sensación extraña, como cuando estás dormido y te cogen en brazos…

Y de repente ahí estábamos todas, sentadas en los sofases y sillones mega-fashions del salón de Héctor.

Nena; que rollo tan raro el que has formado!!!!

Nena, cuando se te pase el efecto dle AXEL-PORRO, ¡¡¡cuenta de una vez el finalllll!!!

¡Nena!

¿Ahora te has vuelto dictatorial? ¿Que es eso de aplicar la censura en tu blog?

Pues nada, como no me dejas comentar ahí por que soy un anónimo cualquiera te anuncio aquí algo que probablemente ya sabias, que tu layout del blog con censura se ve perfectamente con Firefox, tigretón incluido.

¿Qué me hablas de un layout censurado? Nena, no sé de qué me hablas. En los comments del otro blog puse una moderación porque sino se me llenaba de putas publicitando viagra.

¡Dí qué sí, nena! Pero puntualiza:

¡PUTAS DE AVANZADA EDAD PUBLICITANDO VIAGRA!

Que a mí no me hace falta, ¡neeenaaa...!

No digo nada de un layout censurado. Digo que no permites comentarios anónimos, sólo usuarios de blogger. Lo de la moderación lo encuentro perfecto.

Decia que el layout de tu otro blog que con el IE se ve como el culo en firefox se ve perfecto.

¿Sólo anuncios de viagra? ¿Ninguno de pennis enlargement?

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¿Quién soy?

  • Soy Hidroboy
  • Desde Barcelona, Barcelona, Spain
  • Diva estresada que casi casi no puede con su vida que vive en Barcelona y de vez en cuando se va de parranda a Huesca a comerse una buena longaniza de Graus. No fumo y no me drogo, pero bebo más que Sue Ellen en sus años mozos. Y además la ch*** que da gusto.
Yo!!

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