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Capitulo 17: La Scully y el modernismo catalan.

Momento de revelaciones. Sabíamos que Guillermina no estaba enfadada conmigo porque la ilusión de su vida era que Lucas (Piluca) se convirtiera en Nacho Vidal. Sabíamos que Guillermina tampoco reconocía a su hijo (¡y no porque se hubiera operado la nariz!). Sabíamos que Piluca había estado un año desaparecida... ¡En Murcia! Que es un sitio en el que no hay nada que hacer, y por eso se inventan tantas fiestas populares.

Las revelaciones de Guillermina (Guillermina's Revelations, George A. Romero 2006) me habían dejado patidifusa. Yo que había vivido tanto tiempo atormentado por la culpa ¡y ahora resulta que a la tía le hizo ilusión ver a Piluca comiéndose 4 a la vez!
El viaje de vuelta en tren a Barcelona nos sirvió a la Pepi y a mí para ordenar nuestras ideas y avisar a las otras 3 miembras del comando (la Cindy, la Polly y la Asdru) de que las queríamos ver en la estación de trenes de Barcelona (una de ellas, que no son tan bonitas como la de Vic, pero al menos hay más de una) preparadas para contarnos todo lo que habían descubierto.
Supusimos que debían haber descubierto algo imporatnte, porque mientras la Asdru no paraba de hablar por el móvil de fondo oíamos a la Au Pair gritando como una berraca y a la Polly diciendo una y otra vez: "¡Todas a la cárcel!"

Cuando llegamos a la estación nos bajamos del vagón como dos divas que somos mirando a todas partes buscando a nuestro comité de bienvenida, pero sólo encontramos a tres maricas desquiciadas con pinta de no haber dormido en 2 días, la ropa arrugada, unas ojeras que les llegaban a los pezones y una cara de sutto que casi mejor haber elegido muette.

- Nenas, estáis fatal -dijo la Pepi.
- Hidro, no te vas a creer lo que nos ha pasado -dijo la Asdru, la más cuerda de las tres (y ya es decir mucho).
- ¡Todas a la cárcel! -gritó la Polly, y la Au Pair se puso a llorar como una desconsolada.

La Pepi y yo nos miramos, aterradas.

- ¿Pero qué coño os ha pasado?
- ¡Todas a la cárcel! -repitió la Polly-. ¡Por asesinas!
- ¡Nenas! -grité yo-. ¡No me jodáis que os habéis cargado a otra!
- ¡¡Pero fue sin querer!! ¡Fue un homicidio involuntario! -me gritó la Polly, que se arrodilló delante de mí y me agarró de la cazadora tan fuerte que casi se queda en caza, y la dora a tomar por culo-. ¡Yo no quiero ir a la cárcel!
- ¡¡¡Bueno basta ya!!! -gritó la Pepi, que no sé cómo se lo hizo para soltarles un guantazo a las tres a la vez. Hasta yo creo que recibí, pero como fue un movimiento tan rápido ya os digo que ni me enteré-. Dejaros de gilipolleces y contadnos qué coño está pasando aquí.
- Está bien... está bien... Pero vamos a otro sitio... -empezó a decir la Au Pair.
- ¡¡Todas a la cárc...

¡PLACA!

Guantazo que le soltó la Pepi a la Polly.

-...cel!!

¡PLACA!

Media hora más tarde estábamos sentadas todas como cuando lo del Concilio de Gayers. Decidimos ir otra vez a casa de la Polly porque era el único sitio en el que nadie se iba a extrañar de oirla gritar. Sí, es triste que tus vecinos estén tan acostumbrados a oírte berrear que no se extrañen de ello mismo hasta que tienen a la periodista del Gente en la puerta preguntando qué tal persona eras antes de que te mataran; pero el caso es que era por todo el mundo conocido que follar con la Polly era como tirarse a una de las hermanas Valverde (Loreto y... la otra) puestas de trippis hasta el moño.
A eso súmale que por todo el mundo era conocido también que la Polly era más puta que las hermanas... ¡Putas!
Así que todas sabíamos que si los "¡Todos a la cárcel!" de la Poli tenían que pasar desapercibidos, no había sitio mejor que su propio hogar.

- Bueno, explicadnos qué coño os ha pasado -dije yo, poniéndome seria.
- Verás Hidro... -comenzó la Asdru-. Cuando os fuisteis a Vic llamé a la Scully, para quedar con ella.
- ¿Para follar? -preguntó la Pepi.
- No nena. -le dije-. Llamaron a la Scully porque es la que, creemos, abdujo a la iNena a su red de trata de maricas asesinas conductoras de ambulancias.
- ¿Y eso por qué? -volvió a preguntar.
- Por que después de verla salir de la ambulancia que se llevó el cadáver de la Dientes (a la que se cargó Piluca) la llamamos al móvil y sonó la melodía de Expediente X.
- ¿Y?
- Joder nena, leete el puto blog de vez en cuando y te enteras, que no puedo yo perder posts y posts haciendo resúmenes.
- ¡Aquí no hay quien entienda una mierda! -gritó la Pepi de repente.
- ¡Da igual! ¡Tú disfruta!
- ¡TODAS A LA CÁRCEL!
- Como os decía... -siguió la Asdru, ajena a nuestras discusiones filosóficas-. Quedamos con la Scully para intentar sacarle información. Al oír su voz supe que sabía lo que había pasado con la Dientes y supe que nos estaba esperando.
- ¿Y todo eso lo supiste sólo escuchando su voz? -dije yo, que me estaba poniendo cachonda imaginándome a la Asdru sacando las garras de adamantio de ese o lanzando rayos con los ojos... mmm... mi X-Man...
- Sí, lo supe sólo escuchando su voz. Tengo un sexto sentido para esas cosas. Así que decidí quedar yo sola con ella, me daba miedo que se asustara si venían ellas dos -y señaló a la Polly, que estaba sentada en una silla mirando a todas partes como un canario en una jaula, y a la Cindy que como sabíamos que no iba a hablar hasta que se le pasara el shock le enchufamos en el iPod el cd de Lo Mejor de los 80.
- ¿Y qué pasó? -preguntó la Pepi.
- Quedamos en el Parque de Diagonal Mar. Al lado de tu...
- Calla nena, no lo digas -dije yo, antes de que la Asdru desvelara más datos de mi vida privada de los que estaba dispuesto a tolerar.
- Bueno, ahí. La Cindy y la Polly se quedaron esperando en una de las puertas del parque. La Scully me esperaba sentada en un banco. Cuando llegué le estaba dando de comer a las palomas.
- Qué... -dijo la Pepi, pero no encontró ningún adjetivo que le fuera bien a aquello, así que cerró la boca.
- Al sentarme junto a ella no dijo nada. Yo le pregunté qué tal estaba y ella dijo: "Debí haberme dado cuenta antes".
- ¿De qué? ¿De que darle de comer a las palomas está más pasado que el Aserejé? -dije yo.
- "Debí darme cuenta" dijo "de que nos ibas a traicionar".
- Coño nena, te han pillado.-dijo la Pepi, asustada.
- Sí, era obvio que me había descubierto. Seguramente estaban todas pendientes de lo que pasaba con la Dientes.
- ¡Lo ves! -gritó de repente la Pepi-. ¡Ya te dije yo que había pocas palabras que rimaran con Dientes! ¡Y pendientes era una de ellas!

Igual que cuando soltó la burrada en casa de Guillermina, nos quedamos todos en silencio mirándola esperando a que su momento de gloria pasara y la Pepi recobrara la poca cordura que tenía. Cuando esto ocurrió, seguimos hablando.

- Yo me asusté -continuó explicando la Asdru-. Pensé que en cualquier momento aparecerían los sicarios de Piluca y me llevarían contra mi voluntad. Por eso metí la mano en el bolso poco a poco y le dí al 2, que es donde tengo guardado el número de la Cindy.
- ¿Y a quién tienes en el uno? -preguntó la Pepi.
- A... -me miró y no dijo nada-. A una persona muy especial.

Me puse toa roja.

- ¿Y yo? -dijo la Pepi-. ¿Yo en qué número estoy?
- En el 9.
- Vamos, que soy la última.
- Es que...
- Nada, nada, no busques excusas. Ahora mismo te quito del 4 y te pongo en el 7. No te lo mereces.

La Pepi metió la mano en el bolso y sacó su móvil. Aproveché que no miraba para lanzarle una sonrisa a la Asdru.

- Nenas, hay un salidorro debajo de la mesa.-dijo la Pepi, asustada.
- No -dijo la Asdru-. Es mi pie.
- ¿Y qué hace tu pie en mi paquete?
- Es que... -la Asdru me miró, angustiada. Era obvio que ese pie debía estar encima de mi paquete, pero se había equivocado.
- Tiene un problema muscular y se le contraen los músculos y se le estira todo de golpe.- dije yo, improvisando.
- ¿Y desde cuando tiene... ¿¿Se le estira todo de golpe?? -dijo la Pepi, que estalló en una carcajada. Yo ya sabía que en cuanto se imaginara TODO lo de la Asdru estirado, le entraría un ataque y nos la quitaríamos de encima.

- Bueno -pregunté-. ¿Y qué pasó entonces?
- La Scully se puso a decir tonterías, como siempre hace. Se puso a hablar de la verdad, de los cambios que iban a haber en breve, del lugar en el que estaríamos todos cuando eso ocurriera... La verdad es que no me enteré de nada porque estaba totalmente pendiente de si la Cindy se había dado cuenta de que las necesitaba cuanto antes.
- ¿Y se dieron cuenta?
- Sí. Al poco rato las vi aparecer por detrás de la Scully. Les hice un gesto con la mano para que no se acercaran demasiado y seguí hablando con la Scully.
- ¿Le sacaste algo?
- Bueno... le pregunté qué pensaba hacer. Me dijo que se iba a librar de mí. Se levantó del banco y me dijo que la siguiera; empezó a caminar y vi que la Cindy y la Polly venían detrás nuestro. La Scully empezó a decir que ya estaba harta de que no la tomaran en serio. Dijo que iba a necesitar algo más que lo que le había hecho a la iNena para que la respetaran como se merecía.
- ¡¡¡TODAS A LA CÁRCEEEEEEL!!!
- ¡La iNena! ¡¿Qué le hizo?!
- Eso mismo le pregunté yo. Por lo visto se presentó en su trabajo y le preguntó por el nuevo iPod Video de Apple. A la iNena le entró la risa y le dijo que sólo eran rumores. La Scully le dijo que ella, gracias a su trabajo, había tenido acceso a un prototipo. A la iNena le picó la curiosidad y acabó congeniando con la Scully. Entonces... le hizo algo que... bueno... la "cambió".
- ¿Qué?
- No lo sé. No llegó a explicármelo. Cuando me explicó cómo había contactado con la iNena me dijo que me parara. Me miró un momento y me dijo: "Es una pena. No quiero matarte. Pero es la única forma de que en la Organización me tomen en serio". ¿Qué organización?, le pregunté. "La Organización... ¿no conocéis la Organización?" Se empezó a reír. "Tiene gracia. Yo creía que todo ese rollo del Kill Pili era un divertimento, pero que realmente sabíais contra quién estábais luchando."
- Espera nena, me he perdido -dijo la Pepi.
- ¡A la Asdru se le estira todo! -le dije yo. Le volvió a entrar la risa y se cayó. Con Y, porque se cayó de la silla.
- "¿De verdad creéis que Piluca tiene el poder suficiente para echaros de los bares? ¿Para descubrir todos vuestros secretos y que podamos atacaros por donde más os duele?" Yo pensé que sólo estaba bromeando, que tanto ver Expediente X la había dejado medio loca y se estaba montando una conspiración ella solita. Pero por lo visto todo era real.
- ¿Qué quieres decir nena? ¿Que Piluca no es la mala malísima?
- No. Por lo visto hay alguien tras ella. Alguien con mucho poder Hidro. Esa persona, o grupo de personas, son los que han hecho que no nos dejen entrar en los bares de ambiente. Esa "Organización" es la que ha organizado todo esto.
- ¡¿Es la Takami Corporation?! -exclamé aterrada.
- No Hidro, esto no tiene nada que ver con la vida de Dolly.
- Osea, ¡que tengo toda una corporación asesina sólo para mí! -exclamé emocionada.
- En realidad no.
- ¿Ah no? - ya no exclamé, y estaba decepcionada.
- No. Esa "Organización" no va detrás de ti. Al menos no "sólo" de ti.
- Pues vaya mierda. ¿Y a quién más buscan?
- No lo sé. No llegó a explicármelo. Sólo dijo que Piluca no era más que una de las Elegidas, y que ella utilizaba su poder para destruirte. Pero que el propósito de todo esto es algo más grande. Mucho más grande que tú.
- Pues qué quieres que te diga nena, pocas cosas hay más grandes que yo. ¡Que soy un chubbie! ¡Y a mucha honra!
- El caso es que... Justo allí, encima del puente... La Scully sacó una pistola de debajo de su chaqueta y me apuntó con ella.
- ¡Santo Dior! -gritamos todas asustadas. Yo grité más fuerte, porque ya ni me acordaba de las otras tres y se me hizo raro re-descubrirlas a base de gritos.
- Pero no pasó nada. La Polly se le acercó corriendo sin que la Scully le viera y le dio una hostia tan fuerte que la tiró de cabeza al lago del parque.
- ¡Qué fuerte tía! -dijo la Pepi.
- Gracias -dijo la Polly.- ¡Todas a la cárcel vamos a ir!
- ¿Por qué? ¿Por tirar a una marica psicótica al lago? -dije yo.
- No. La Scully consiguió salir del lago. Fuimos detrás suyo para pegarle una paliza por el susto que me había dado con la mierda de la pistola, pero entonces...
- ¿Qué? -preguntamos al unísono la Pepi y yo.
- Pues que... salió corriendo del parque. Al llegar a la puerta de salida vimos cómo comenzaba a cruzar la Diagonal en dirección a un BMW todoterreno negro que la estaba esperando con la puerta abierta y desde el que alguien le hacía señas...
- ¿Quién? ¿Piluca? -pregunté.
- No. La Costeau. Por lo visto lo tenían todo planeado.
- Y la tía zorra se escapó en ese pedazo de BMW, ¿verdad? -preguntó la Pepi.
- No. A la Scully le dio por mirar atrás para hacernos una burla...
- ¡Y se tropezó y se abrió la cabeza! -dije yo, toda ilusionada porque he adivinado el final.


- ¡¡¡LA ATROPELLÓ EL TRANVIA!!! - gritó la Polly, que casi me deja sorda-. ¡¡¡COMO A GAUDÍ!!!

¡¡¡¡¡¡TODAS A LA CÁRCEEEEEEEEEEEEEEEEEL!!!!!!

a ver, a ver, estoy a cuadros, que coño de superorganización, que coño de piluca, que coño de diagonal mar, necesito saber cuando acabará esto o si no un capítulo diario. No lo entiendes? No entiendes que mi corazón no está para aguantar estos tutes? Socorrro!!!

¡¡¡¡¡¡TODAS A LA CÁRCEEEEEEEEEEEEEEEEEL!!!!!!

¡Ala! ¿Cómo en la peli del Garci?

¡¡¡Neeenaaa!!!
¿Te ha matado la Piluka o qué?

Si es así, si te ha pillado la Piluka y te ha dado TAL cuerada, que ni te reconoces en el espejo del tocador...

¡Manda un ESE ME ESE! Con la palabra ¡MUERTA!

Si no es así...

¡Continua con el relato, PUTA!

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¿Quién soy?

  • Soy Hidroboy
  • Desde Barcelona, Barcelona, Spain
  • Diva estresada que casi casi no puede con su vida que vive en Barcelona y de vez en cuando se va de parranda a Huesca a comerse una buena longaniza de Graus. No fumo y no me drogo, pero bebo más que Sue Ellen en sus años mozos. Y además la ch*** que da gusto.
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